La piel es nuestra primera barrera de defensa del organismo y está en contacto constante con factores externos como la contaminación, los cambios climáticos o el uso de productos inadecuados, así como de factores internos, como el estrés, una mala alimentación o fumar.
Todo esto puede alterar su equilibrio natural, afectando a la microbiota cutánea y provocando problemas como sequedad, irritaciones, imperfecciones o sensibilidad.
Para solucionar estos problemas en torno a la piel muchas veces optamos por soluciones rápidas, pero es importante radicar el problema de raíz buscando un producto que ayude a restaurar y fortalecer la dermis de forma duradera.
¿Por qué es importante regular la flora cutánea?
La flora cutánea, también conocida como microbiota, está compuesta por millones de microorganismos beneficiosos que protegen la piel y mantienen su equilibrio. Cuando este equilibrio se ve alterado, la barrera cutánea se debilita, dejando la piel vulnerable a problemas como sequedad extrema, inflamación, enrojecimiento o brotes de acné.
La clave para una piel saludable no sólo radica en hidratarla superficialmente, sino en cuidar su ecosistema natural, fortaleciendo la barrera y ayudando a que la microbiota funcione de manera óptima.
Factores que alteran la flora cutánea
La flora cutánea o microbiota se puede ver afectada tanto por agresores externos como internos. Estos son los más comunes:
- Contaminación ambiental. Las partículas de polución dañan la barrera natural y generan radicales libres que afectan la piel.
- Estrés y estilo de vida. El estrés afecta el equilibrio del microbioma, debilitando la protección natural de la piel.
- Uso de productos agresivos. Limpiadores o tratamientos muy fuertes pueden eliminar microorganismos beneficiosos y desequilibrar la piel.
- Factores climáticos. El frío y el calor extremos alteran la hidratación y la barrera protectora.
- Cambios hormonales. Estos pueden favorecer la proliferación de bacterias nocivas en la piel.
Todo esto hace que regular y proteger la flora cutánea sea esencial para mantener una piel sana, fuerte y equilibrada.
¿Qué debe ofrecer el cosmético prebiótico perfecto?
Un tratamiento cutáneo con prebióticos actúa directamente sobre la microbiota, cuidando la piel desde su interior y ayudándola a recuperar su equilibrio natural. El producto ideal para equilibrar la flora cutánea debe:
- Restaurar el equilibrio del microbioma. Nutrir y fortalecer los microorganismos beneficiosos de la piel.
- Reforzar la barrera cutánea. Ayudar a que la piel recupere su protección natural contra agresores externos.
- Hidratar en profundidad. Mantener la piel suave, flexible y saludable.
- Reducir la sensibilidad. Calmar rojeces, irritaciones y otros signos de desequilibrio.
- Combatir imperfecciones. Regular la producción de sebo y prevenir problemas como brotes o descamación.
Y en AOKlabs hemos desarrollado una fórmula prebiótica que actúa como alimento para los microorganismos beneficiosos, ayudando a fortalecer la barrera natural de la piel y devolviéndole su equilibrio perdido.
Nuestra innovación contiene ingredientes capaces de reducir las imperfecciones en un -35%, las lesiones inflamatorias y no inflamatorias en un –5,2% y –25,4%, respectivamente. Y todo ello en sólo en 42 días; mientras mejora visiblemente la hidratación y la luminosidad de la piel.
Diseñado con ingredientes activos prebióticos y una tecnología avanzada, este producto equilibra la flora cutánea y fortalece la barrera natural de la piel.
¿Cómo te sentirías si tu piel recuperara su fortaleza y suavidad natural, luciendo más sana y equilibrada cada día?
